Proyecto nakipi

Del 1 al 14 de noviembre de 2024, se llevó a cabo una expedición en Sudán del Sur, dirigida por Amarna Miller. Tras múltiples visitas al territorio y constatar la dificultad de acceso al agua potable que enfrentan muchas comunidades locales, así como las enfermedades resultantes, Amarna contactó a la Fundación The Social Water. Propuso un proyecto conjunto con el objetivo de beneficiar a 300 familias pertenecientes al grupo étnico Jiye. Además, se aprovechó el viaje para identificar otras comunidades donde podrían implementarse futuros proyectos.

A continuación se detallan los aspectos de esta iniciativa:

Las familias de la comunidad Jiye dependen exclusivamente del agua de lluvia recolectada durante las estaciones húmedas, que van de mayo a octubre. Esta agua se acumula en un estanque artificial compartido con animales, lo que ocasiona problemas de salud y otros contratiempos.

El pozo más cercano se encuentra a una distancia de 50 km, en territorio perteneciente a otro grupo étnico, los Toposa. Este distanciamiento provoca conflictos tribales cada vez que los Jiye intentan acceder al agua. Durante la estación seca, deben recorrer esa distancia para obtener agua, enfrentándose así a diversos problemas.

La razón de la ausencia de pozos en su área se debe a que el nivel freático de la región se encuentra a gran profundidad bajo tierra. A pesar de intentos anteriores, la creación de pozos ha sido infructuosa, lo que nos ha llevado a considerar otras alternativas, como la búsqueda de soluciones mediante filtros.

*Nota: Las siguientes cuatro imágenes corresponden a la grave sequía de 2019.

En el corazón de Sudán del Sur, entre extensas áreas de difícil acceso y una rica diversidad cultural, se encuentra la comunidad Jiye. Este pueblo, arraigado en tradiciones ancestrales, comparte una historia marcada por los desafíos y las esperanzas de una nación en desarrollo. A pesar de su notable resiliencia, los Jiye se ven confrontados con una serie de problemas que abarcan desde la carencia de servicios básicos como educación, atención médica y agua potable.

La inestabilidad política y los conflictos en la región han agravado aún más sus dificultades, dejando a muchas familias expuestas a la pobreza, el desplazamiento y la inseguridad alimentaria. Estos desafíos representan obstáculos significativos para su crecimiento y desarrollo holístico.

El proyecto se ha llevado a cabo en la zona de Nanyangachor, en el Condado de Kapoeta, en el Estado del Equatoria Oriental de Sudán del Sur, que es habitada por la comunidad Jiye. Aunque resulta complicado determinar el número exacto de familias que residen en esta área, en esta ocasión se han beneficiado 300 familias que viven en una llanura desprovista de acceso al agua.

El aeropuerto internacional más cercano se encuentra en Yuba, la capital de Sudán del Sur. Para llegar a la comunidad, se requiere un viaje en vehículos todo terreno (4×4) que toma al menos 8 días, aunque durante la expedición se aprovechó para visitar otras comunidades donde podríamos implementar proyectos en el futuro.

En total, utilizamos tres vehículos, todos indispensables debido al estado intransitable de las carreteras. Para recorrer los últimos 80 kilómetros desde Kapoeta hasta la comunidad Jiye, empleamos 10 horas de viaje.

Además del equipo humano, los vehículos transportaron todo el material necesario para la intervención, como bolsas, filtros, alimentos, tiendas de campaña, entre otros. Considerando futuras intervenciones, sería más eficiente volar desde Yuba hasta Kapoeta para ahorrar tiempo.