En la entrevista de hoy en nuestra sección de Viajeros Solidarios, os contamos la experiencia de Adrià y Mar en Kazakhstan. La pandemia del Covid-19 fue el giro que habían estado esperando para dejarlo todo y lanzarse a la aventura con su furgoneta a través del mundo. Así es como llegaron desde Girona hasta el país de Asia Central y es dónde empieza esta historia.

Recordad que esta es una de las vías de colaboración que queremos potenciar en nuestra Fundación para seguir teniendo un impacto positivo en el mundo y ayudar a las personas que no tienen acceso a una agua limpia.

La idea es clara y todo el mundo puede hacerla. Si vas a algún país o zona donde tengan algún problema con el acceso a agua potable, puedes contactarnos y diseñamos un plan para que nazca un proyecto para ayudar a los más necesitados.

¿Qué significa Kazakhstan para vosotros?

Para nosotros es el país en el que hemos estado más tiempo durante nuestro viaje. Es como nuestra segunda casa. Allí hemos vivido muchos momentos de nuestra vida difíciles de olvidar, empezando por problemas mecánicos importantes, pasando por momentos de mucha alegría y felicidad, hasta el punto que tenemos amigos de por vida allí. Es un país muy hospitalario y acogedor, con una gente maravillosa que te da todo lo que tiene y más, con buena comida y con unos paisajes que te dejan muchas veces sin palabras.

¿Porque pensasteis en ayudar a esas comunidades?

Antes de empezar este viaje habíamos hablado de la idea de poder hacer algún tipo de ayuda humanitaria durante nuestra ruta, pero tampoco teníamos una idea clara de qué podíamos hacer y cómo podíamos ayudar, ya que a veces tienes que estar en el sitio para ver qué necesidades tienen. Luego en Kazakhstan vimos que había zonas cerca del mar de Aral que tenían problemas con el agua, puesto que estaba contaminada por la sal del mar y tenían que cogerla del río. Cada casa de la ciudad tiene que comprar un filtro muy caro o bien comprar agua potable en distintos puntos de la ciudad, significando esto un gasto muy grande. A partir de aquí y gracias a un buen amigo local vimos la opción de poder ayudar a un colectivo que lo necesitaba, un grupo de familias  con hijos e hijas con síndrome de Down.

¿Y por que The Social Water?

Antes de empezar nuestro viaje en 2022 fuimos a la meeting camper, una feria de vehículos camper que se celebra en Sant Miquel de Campmajor (Girona) cada año y allí conocimos The Social Water. Nos contaron un poco su proyecto y nos gustó tanto que decidimos comprar una botella y un filtro para la furgoneta para nosotros mismos. Así que teníamos claro que lo primero que teníamos que hacer era hablar con ellos para saber un poco más sobre cómo podía encajar nuestra ayuda en su proyecto.

¿Como fue el proceso con la fundación para preparar el proyecto?

La verdad es que muy bien desde el minuto 0. Cuando nos pusimos en contacto con ellos, hablamos con Javi y desde el principio nos explicó mejor los diferentes proyectos y escuchó nuestras dudas y preguntas. Después de la primera charla con él nos surgió la idea de comprar los filtros y repartirlos durante nuestro viaje, ya que vimos que era una de las mejores formas de ayudar en ese momento. La complicación en nuestra situación era que nosotros no estábamos en España en ese momento, así que él nos tuvo que facilitar los paquetes y enviar a Cataluña, pues los padres de Adrià venían a visitarnos y nos los iban a traer con ellos. Estamos contentos porque fue todo muy fácil y rápido.

¿Como conseguisteis reunir el dinero para financiarlo?

Si te somos sinceros, nosotros pusimos el dinero para pagar los 53 filtros que compramos, ya que queríamos ayudar y no teníamos tiempo de hacer una precampaña para obtener el dinero (ya que los padres de Adrià venían en unas fechas muy próximas). Eso sí, después creamos un crowdfunding con “GoFundMe” con el título cada gota suma para intentar recuperar el dinero invertido, aún lo tenemos activo y hemos recuperado 398 € de 1215 € que invertimos.

¿Más de 100 personas se vieron beneficiadas gracias a vuestra acción, como fue la entrega en el terreno?

Esos días fueron muy especiales, guardamos un recuerdo muy bonito de la pre entrega, de la entrega y de la post entrega. Nos recibió Svetlana, una de las fundadoras de la asociación y la responsable del espacio destinado a las familias con hijos e hijas con síndrome de Down de Kyzylorda y nos contó mejor la situación de ese espacio y de las familias asociadas a él, ya que muchas son monoparentales o con más de tres hijos por familia. Allí también pudimos conocer a algunos de los niños y niñas de la asociación. Si alguna vez has conocido a una persona con síndrome de Down, sabes que son personas únicas que contagian felicidad. Mar conectó mucho con la hija de Svetlana y ese momento es difícil de olvidar. El segundo día, el de la entrega, fue aún más emotivo. Todas las familias estaban muy contentas y agradecidas de recibir los filtros. El último día de entrega, también fue especial, ya que fuimos a dos casas que no habían podido venir el día anterior de la entrega. Para terminar el día, Svetlana y sus amigas nos invitaron a cenar a su casa, con una mesa y comida al estilo kazako y con unas palabras de agradecimiento muy profundas. Fueron tres días intensos con muchas emociones mezcladas.

¿Qué fue lo más difícil en la entrega?

Recuperar el dinero, ya que gran parte no lo hemos recuperado. Aún así es un daño colateral, al fin y al cabo solo es dinero. Aparte de eso, lo otro lo superamos con más o menos esfuerzo, pero lo hicimos con amor y las cosas hechas con amor no son difíciles.

Contadnos una anécdota de esa experiencia que os marcase.

El día de la entrega de los filtros a las familias, nosotros llegamos allí cargados con los filtros y todo lo necesario para instalarlos a los cubos de las familias pero cuando entramos, vimos a las familias vestidas con sus mejores galas alrededor de una mesa llena de dulces y pasteles típicos de allí. La verdad es que nosotros no nos esperábamos esa escena, pero realmente las familias vivían ese momento como un día muy importante para su vida y querían mostrar respeto. Después de conocer más al país y su gente, hemos visto que para ellos es muy importante esta hospitalidad y agradecimiento. La parte más graciosa es que todos querían tomarse fotos con nosotros, la verdad es que fue un momento un poco incómodo al principio, pero muy bonito.

Repetirías algo similar en ese mismo país o en otro? ¿Cuál y porqué?

Evidentemente que sí. Somos conscientes que con los pocos recursos que tenemos no podemos hacer grandes ayudas, pero sí que intentar aportar granitos de arena que juntos sumen más. Por desgracia en el mundo hay mucha diferencia social y económica y mientras algunos viven con muchos lujos y placeres, otros tienen dificultades para poder llegar a fin de mes, para tener un plato de comida al final del día o poder tener agua potable en casa. Ahora mismo estamos en un país que por suerte no tiene este problema, pero cuando volvamos a explorar países donde sabemos que hay algún tipo de falta de recursos o necesidades intentaremos ayudar de alguna forma u otra.

Si alguien estuviese con la misma idea que tú, ¿qué le dirías?

Esta pregunta es un poco difícil de responder, ya que cada uno tiene su manera de pensar y vivir. Evidentemente, no vas a ser mejor o peor persona por hacerlo o no, lo que sí que tenemos claro es que si se deciden a hacerlo será porque quieren de corazón. Eso sí, por nuestra experiencia, a veces cuando piensas menos en ti y más en los otros, eres más feliz.

Tenéis vía libre para despediros.

Queremos terminar dando las gracias a The Social Water y a todos sus colaboradores por su magnífico trabajo en todos los países y comunidades en los que han y están ayudando, el agua es vida y todos deberíamos tener la posibilidad de tener agua potable en nuestro día a día.

Muchas gracias a vosotros por confiar en nosotros como solución a gente necesitada. El mundo necesita de más gente como vosotros.

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¡Hola! Soy Javi, director de The Social Water. ¿En qué podemos ayudarte?